Fumar mata a 1 millón de personas por año en el continente, es decir, cada 34 segundos, muere alguien producto de ello. Se estima que un fumador promedio vivirá entre 5 a 7 años menos.
Fumar es un factor de riesgo generalizado para todo el organismo, ya que los componentes del cigarrillo generan tóxicos que alteran todos nuestros sistemas. Sin embargo, aún son muchos los que continúan fumando a diario, tanto es así, que Chile es uno de los países de América con mayor consumo de tabaco, ignorando sus múltiples efectos a nivel odontológico, respiratorio y cardiovascular.
“La cavidad oral es el primer contacto del tabaco en el organismo, y a raíz de esta exposición, se pueden presentar una serie de alteraciones, entre ellas, la aparición de halitosis, ya que el tabaco potencia un cambio en la flora bacteriana, desencadenando el mal aliento. Además, diversos estudios demostraron que un alto porcentaje de fumadores tiene mayor dificultad para reconocer los sabores, pues la acumulación de los componentes del tabaco provoca que las papilas gustativas no se regeneren de manera correcta. Otro de los efectos es la pérdida de dientes, ya que fumar triplicaría el riesgo de desarrollar enfermedad periodontal, y como consecuencia, la pérdida de hueso y piezas dentales. Un grado de destrucción que es directamente proporcional a la cantidad de cigarrillos consumidos”, advierte Samuel Brinck, asesor odontológico del Servicio de Salud Coquimbo.
En relación a los daños del tabaco en el sistema respiratorio, la kinesióloga Paulina Fleite, referente de Salud Respiratoria de la institución, explica que su consumo “agudiza infecciones como bronquitis o neumonía, genera descompensaciones en quienes padecen asma e incluso, en casos más graves, algunas personas pueden desarrollar cáncer pulmonar”. Además, explica que, aunque haya solo una persona del grupo familiar que fume, “todos los integrantes están expuestos, no importa si fumaron alguna vez en su vida o no, ya que cuando padecen estas enfermedades, es muy probablemente porque fueron fumadores pasivos, es decir, absorbieron todos los tóxicos de sus familiares fumadores”. Frente a esto, destaca el caso de los adolescentes, pues Chile tiene una prevalencia de consumo de tabaco de un 33,9% en este grupo, transformándose el tercer país con mayor prevalencia de tabaquismo adolescente a nivel mundial, y el primero a nivel americano.
5 a 7 años menos de vida
Para quienes aún no han podido dejar de fumar y se engañan pensando que es “solo para relajarse o calmar los nervios”, el doctor Andrés Cifuentes, referente del Programa de Salud Cardiovascular del Servicio de Salud Coquimbo, explica que “este es un gran mito, ya que el cigarro provoca taquicardia, agitación, disnea, entre otros efectos que determinan alteración de nuestro sistema, producto de los componentes tóxicos que el cigarrillo presenta”.
Lo que sí es cierto, es que la cantidad que consuma una persona durante el día no determina el daño en el organismo, ya que un cigarro produce lo mismo que una cajetilla, con los mismos efectos adversos y riesgos para la salud. Cada vez que se inhala tabaco, las arterias se contraen y se favorece la aparición de placas de colesterol, las que pueden romperse y provocar obstrucción del flujo sanguíneo e infarto cardiaco o cerebral.
31Por eso, si este 31 de mayo, fecha en la que se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, acabas de leer todos los efectos nocivos y quieres comenzar a llevar una vida más sana, te contamos que en la Red Pública de Salud existen diferentes programas que abordan la prevención, promoción, diagnóstico y tratamiento en torno al consumo de tabaco. Uno de ellos es el Programa de Detección, Intervención y Referencia Asistida en Alcohol, Tabaco y otras drogas, Desarrollado por el Servicio de Salud Coquimbo, una estrategia que otorga apoyo psicosocial a través de la detección e intervención en personas que presenten consumo riesgoso.
Para conocer más detalles y cómo poder acceder, te invitamos a acercarte al centro de Atención Primaria de Salud más cercano a tu domicilio y consultar al respecto.