El actual escenario hídrico para la Región de Coquimbo, al igual que los últimos años, es un escenario de Crisis, y todas las esperanzas están puestas en el fenómeno del niño para la temporada 2023.
Según el último informe emitido por la Dirección General de Aguas (DGA), la cantidad de nieve almacenada a fines de abril 2023, al igual que el año pasado, es nula como se aprecia en la siguiente tabla.
Por su parte, los embalses más grandes de la región han disminuido el agua almacenada respecto a la temporada del año 2022, y están lejos de sus promedios históricos y capacidad total.
Como se aprecia en el siguiente cuadro, La Paloma sólo tiene almacenado el 8% de su capacidad máxima, Puclaro el 14% y Cogotí el 10%.
Para el caso de la cuenca del Elqui, sus dos embalses han disminuido la cantidad de agua almacenada al mes de abril 2023, comparado con el mismo mes del año 2022, resultando de extremo cuidado la cantidad de agua almacenada en el embalse Puclaro, que debe asegurar el agua para el consumo humano de la conurbación La Serena – Coquimbo.
En el caso de Limarí la situación es similar, la cantidad de agua almacenada en la totalidad de sus embalses al mes de abril del 2023 disminuyó comparado con el año 2022, pese a que Cogotí subió de cero mill-m3 almacenado a 15 mill-m3, la bajada de La Paloma de 84 mill-m3 a 61 mill-m3, desequilibra la balanza.
Para el caso de Choapa, es la única cuenca que la cantidad de agua almacenada a abril de 2023 es mayor que a la misma fecha el 2022, sin embargo en términos de valor absoluto no es mucha agua, pues subió de 5 mill-m3 a 25 mill-m3, que tampoco alcanza para salvar la temporada.
Para el caso de las precipitaciones, solo Vicuña está por sobre el promedio histórico, todo el resto de la región está en déficit.
Cristian Baquedano, Ejecutivo del Eje Hídrico de la CRDP, indicó que “luego de revisar la información hídrica regional, es necesario extremar todas las medidas para gestionar de mejor manera el agua en sus distintos usos, ya sea para consumo humano, agricultura e industrial”.
El profesional agregó que “se requieren medidas de mediano y largo plazo como: inversiones importantes en aumentar la eficiencia hídrica en la agricultura, aumentar la reutilización de aguas residuales tratadas (urbanas y rurales) y aumentar las nuevas fuentes de agua, de manera de mejorar la seguridad hídrica regional. No es posible que tengamos todas nuestras esperanzas puestas en que este año sea un año lluvioso producto del fenómeno del niño que se prevé, y si no es así ¿qué haremos?”.