Por Nevenka Bou Copier
Basada en hechos reales y siendo una de las actuaciones más memorables del mítico actor Robin Williams, la película “Patch Adams” nos muestra parte de la historia de vida de Hunter “Parche” -Patch en inglés- Adams, doctor y payaso que ha revolucionado la forma en que se aborda la atención médica.
Luego de pasar por varios hospitales psiquiátricos, el joven Hunter “Parche” Adams entiende que su meta en la vida es ayudar a través de la compasión y empatía, llevando a las almas más tristes un poco de felicidad. Es por esto que decide entrar a estudiar medicina.
Desde un comienzo, Patch se diferencia radicalmente de sus pares, ya que él con sus experiencias personales y creencias, había entendido que la medicina y el mismo sistema de atención médica convencional debía volcarse a un enfoque más humano, para así, entregar alegría y compasión a quienes más lo necesitan. Es a través de esta visión innovadora y bondadosa que Patch conecta con sus pacientes, entregándoles incluso en sus peores momentos, una risa, un poco de esperanza y con esto, curación para su alma y cuerpo.
A lo largo de la película, nuestro protagonista se encuentra con muchas críticas y desafíos impuestos por la comunidad médica tradicional, la cual veía con malos ojos las prácticas excéntricas que Patch brindaba tan alegremente a sus pacientes. Aun así, éste jamás se rindió y siguió firme con su misión de entregar amor y compasión a través de la atención médica, humanizando y haciendo reír a todo aquel que necesitara sanarse, sin importar si esta tarea se hacía casi imposible por momentos.
Con actuaciones sobresalientes de actores como Philip Seymour Hoffman, Daniel London, Monica Potter y el reconocido Robin Williams, es que esta película ha podido retratar satisfactoriamente una parte importante de la realidad, aquella que incluso nos afecta el día de hoy: una sociedad que va perdiendo rápidamente la compasión y la empatía por el otro. Aun así lo anterior, siempre existirán aquellas almas “rebeldes” como la de Patch Adams, que contra viento y marea transmitirán sus mensajes de amor y alegría.
Si llevamos los métodos de Patch a la ciencia, se ha podido demostrar el poder de la risa y el humor en la salud, ya que éstos promueven la liberación de endorfinas, las cuales actúan como analgésicos naturales para el cuerpo, reduciendo así el estrés y ansiedad. A su vez, la risa fortalece el sistema inmunológico, para que éste luego pueda combatir más efectivamente cualquier enfermedad. Éstos son algunos de los muchos beneficios de la risa, la cual no debe confundirse como un reemplazo al tratamiento médico convencional, sino que debe ser un complemento útil para la curación del dolor.
Como síntesis, esta película refleja a través de sus memorables actuaciones, una parte de la realidad que aqueja a muchos, como lo es el tratar de encontrar la felicidad en aquellos momentos en que es más difícil hallarla. A pesar de las adversidades, siempre existirán aquellos como Patch, esas almas que ven más allá de lo explicable y tangible; esos que a pesar de los obstáculos, luchan por conseguir su propósito, que en este caso fue el humanizar el trato en la salud convencional.
Patch Adams, doctor y payaso
El verdadero doctor Patch Adams sigue en su misión de entregar el mensaje de la felicidad a todo el mundo.
Se define a sí mismo como doctor y payaso a la vez. Nacido en el seno de una familia militar en los años 40, Hunter Adams tuvo que pasar por duras experiencias de vida antes de conocer el que sería su propósito. Éste le llegó a su mente luego de escuchar el icónico discurso de “Tengo un sueño” de Martin Luther King, entendiendo que su meta sería el llevar la alegría y el amor al mundo.
Siempre fue tratado como el raro y diferente del grupo, incluso en sus años de universidad estudiando medicina. Fue allí donde se distinguió entre sus pares al creer que el trato en ésta debía humanizarse y no sólo tratar los síntomas de un paciente, sino que lo correcto era darle un nombre y apellido a éste y atender a la persona desde la compasión, la risa y el amor por la profesión.